PODER NO PODER
Guion y Dramaturgia
Actuación y Performance
Producción y Comunicación
Cataysha, la travesti de moda del club Suspiro, va a dar un show especial esta noche; va a gritar todo lo callado. La soledad y la rabia harán un mix que sorprenderá de lleno a los clientes.
Catayssha camina por “El suspiro” preguntándose cómo ha llegado a prostituirse. Rebecca y su esclavo andan cerca. El espectáculo va a comenzar y Catayssha decide interrumpir su baile erótico para decirle a sus clientes crudas verdades. Toca pararse en seco, toca escuchar a la que no existe, y ella lo hace desde el orgullo y el pedestal al que nunca se ha subido. Mira a esos señores desde el altar que su dolor ha construido, intentando no caer al vacío.
Miradas de plástico nace de la necesidad de gritar la soledad y las ansias de libertad. El texto se presenta como la negación ante la confluencia del mundo; regido por un dinero sucio, que se materializa en escena a través del plástico, el látex, el rojo y la aparente rigidez inhumana de la protagonista…
Así, el público hiela y se incomoda al escuchar que «el ser humano ha muerto y camina sonámbulo por el mundo». Este personaje habla de la responsabilidad del dolor ajeno, de lo sanguinario del sexo comprado, de la burbuja occidental, del escaparate de ilusiones y del sistema piramidal que la tiene presa entre esas paredes..
FICHA ARTÍSTICA
Dirección
Amaia Azkue
Texto
Javier de Luis
Reparto
Javier de Luis
Cristina Masoni
Cësar Von Rom
Voz en off
Natalia Calderón
Escenografía y vestuario
Adina Ghebosu
Producción
Arantza Lozad